viernes, 4 de octubre de 2013

Hola de nuevo.

Bueno, aquí vengo a quejarme, expresarme, lamentarme... ya que es mi blog "personal" y que casi nadie lo lee, me puedo desahogar tranquila.

¡Estoy muy estresada! No tengo tiempo a nada, hago esta entrada quitándome algo de tiempo de estudio para poder desahogarme. No tengo tiempo para escribir, no tengo tiempo para relajarme, ni para internet, ni para salir con las amigas, ni para fanguirlear, ni para conectarme, ni para jugar (soy gamer, o por lo menos lo era)... ¡nada! ¡Absolutamente nada! ¡Así no se puede!

Yo estaba acostumbrada a tener muuucho tiempo libre, bastante, por eso ahora me quejo. Sé que es una chiquillada, pero necesito tiempo para despejar. He empezado a la unversidad, vale sí, guay, pero me agobio mucho. Tengo que coger un autobús hasta la capital para asistir a clase, cosa que me hace levantarme más temprano y volver más tarde. Luego por la tarde, salgo con mi sobrino la mayor parte del tiempo. Y luego cuando llego a casa tengo que hacer lo que me hayan mandado en la universidad. Solamente los fines de semana tengo algo de tiempo, o si por entre semana me acuesto algo tarde. Sí, tengo el móvil... pero no miro mucho para él. Sí, lo sé, soy extraña no pertenezco a la mayoría que está pegada al móvil todo el tiempo. ¡Pero también tengo mis vicios!

Tengo ganas de jugar a varios juegos, pero no tengo tiempo... por lo que me desespero. Nunca creí que me agobiaría tanto. Sé que la universidad es algo bueno, pero consume la mayoría de mi tiempo. Pueden ser niñadas, pero de verdad que no tener tiempo ni para suspirar es agotador. Es que ni para escribir, algunas noches escribo en alguna libreta pero no es mucho ya que me duermo enseguida. Hay algunas historias que están avanzadas pero luego me da pereza pasarlas al ordenador... ¡es que soy una completa vaga! Tal vez por eso me agobia tanto el no tener tiempo, a lo mejor es que estoy muy ocupada y no puedo sentar el culo en el sofá ni una hora.

Pero bueno, los fines los aprovecho al máximo. Trato de escribir, de salir con las amigas, de desconectar un poco... que está bastante bien la verdad.

Uuff, ya me he desahogado, ya me he quedado más agusto.

A quien lo haya leído... siento que tenga que soportar mis quejas xD

¡Hasta la próxima! ^^

lunes, 11 de marzo de 2013

Lo normal es aburrido.

Vengo a publicar una entrada, ya que la anterior es un poco triste, pero ésta también tratará sobre reflexiones mías. Últimamente tengo pensamientos que me parecen interesantes o que me gustaría compartir con los demás. Allá va.

¿Qué es eso de llamar rara a la gente que se sale del contexto "normal"? Pero, ¿qué es lo normal o lo raro? A mí, me llaman rara por escuchar la música que escucho. Pero, ¿por qué es rara? En Japón son los singles o álbum's más vendidos, allí es la música que está de moda, la que se escucha todos los días. Son los artistas más queridos, los grupos más aclamados. ¿Por qué son raros? ¿Por el idioma en el que cantan? A mí eso no me parece raro, porque los grupos japoneses son igual de válidos que cualquier grupo americano, inglés, alemán o español. Lo que no consiento es que me llamen rara cuando hay fanáticos de personajes de películas; como pueda ser Star Wars. ¿Eso no es más raro que escuchar un grupo asiático? A mí sí me lo parece, incluso hay una religión basada en Joda. Si embargo los raros somos los que escuchamos música asiática. ¿Por qué si a mí me da igual la música que escuchen los demás, me tienen que criticar por la que yo escucho? No lo comprendo.

Hace poco mi hermano me llamó friki cuando vio que veía un Dorama, además de preguntarme por qué veía eso. Le contesté que igual que a él le gustan las series americanas, a mí me gustan las japonesas. Y me pregunté, ¿friki? ¿Y eso por qué? Yo me pregunto, ¿el friki no es él? ¿Él que está enganchado a los animes? Ojo, no quiero meterme con los otakus, pero en Japón los frikis no los otakus. Si estuviéramos en Japón, yo sería una persona normal y mi hermano un friki. Pero en cambio, como estamos en España, la rara soy yo. ¿Qué me tengo que poner a escuchar música occidental? Pues no quiero, porque me gusta la música que escucho y me gusta Japón en general.

Pero a lo que vengo aquí no es a quejarme porque me llamen rara, friki... me quejo por lo absurda que me parece la Sociedad. En cuanto te sales de lo "normal" eres objeto de burlas, y aunque te digas "me da igual lo que piensen los demás" eso no sirve. Porque una cosa es lo que "piensen los demás" y otra muy distinta es que "te lo digan siempre que pueden".

Tengo la suerte de que a mí solo me tacha de "rara" el "otaku" de mi hermano, pero otras personas se esconden de lo que realmente son por miedo a que los rechacen. Yo me pregunto, ¿eso está bien? ¿Está bien obligar a una persona a esconder lo que realmente les gusta? Yo creo que eso es muy injusto, hay que aceptar los gustos de los demás, igual que los demás aceptan los tuyos.

Porque "En la variedad está el gusto".

viernes, 1 de marzo de 2013

Bendita ignorancia.

Nunca os ha pasado que en algún momento de vuestras vidas agradecéis el ser ignorantes, no en el mal sentido de la palabra, porque a mi parecer ser ignorante es algo bueno. Porque cuando no sabes las cosas vives feliz,  engañado, pero feliz que es lo que cuenta. Feliz porque no sabes la verdad de los acontecimientos, piensas que todo va bien cuando no es así. Que poco a poco todo se desmorona, que por mucho que trates de ignorarlo en el momento que lo sepas ya nada vuelve a ser igual. Yo creo que algunas veces estamos mejor sin saber nada, ignorando lo que pasa a nuestro alrededor.

Así me sentí yo cuando me dijeron que mi tía se moría de cáncer. Preferí en ese momento que nadie me dijese nada, que aunque fuese mentira todo seguía igual, que nada malo pasaba. Que por muy dura que fuese la vida mi tía seguiría conmigo mucho más tiempo. Pero hoy, la vida me ha dado un giro de 360 grados, hoy la vida me ha demostrado que en un solo segundo todo se puede ir al garete. Que nunca lo sabes todo y que siempre algo malo te espera.

Hace unas horas mi madre me ha dicho que puede que mi tía dure solo unos días, y yo me pregunto ¿por qué? ¿Por qué el cáncer se tiene que cebar así con una persona que lo ha dado todo por su familia? ¿Puede ser la vida así de injusta? Por eso prefiero ser ignorante y no saber que mi tía no durará una semana más. Prefiero pensar que ella estará siempre a mi lado, sé que algún día tendrá que irse, pero no pensaba que tan pronto.

Añoro esos días en los que todos ocultaban la verdad detrás de dulces palabras para no herir a la pequeña niña que ya no está. Esa niña que nunca volverá, esa niña que en su ignorancia era feliz, que aún sin saber nada tenía una sonrisa radiante en el rostro. Esa niña que todos los días se caía y raspaba las rodillas, pero se levantaba llorando y corría hacia su mamá, donde ella le daría ese dulce beso y la consolaría.

Ahora, esa niña ya no puede ser ignorante, pues ante los ojos de los demás tiene la edad para saber las verdades. Verdades que son muy dolorosas, verdades que te pueden hacer llorar una semana entera. Verdades, que hasta que no las ves de frente no sabes que están ahí.

Pero no puedes flaquear, tienes que ser fuerte, porque no solamente pierdes tú. Tu madre; pierde a su hermana mayor, tus primos; pierden a su madre. Tienes que sacar fuerzas de donde sea, porque sabes como es tu tía y no quiere que llores. No puedes hacer que sus últimos días sean una tristeza, tiene que irse feliz, sonriendo como hace tiempo que no sonríe. Porque en alguien tiene que apoyarse tu madre cuando ese momento final llegue, y ese alguien vas a ser tú. No solamente por ti tienes que ser fuerte, sino por la gente que te rodea. Son momentos como estos en los que quiero volver a ser niña y que me cuenten dulces mentiras, para disfrazar la dolorosa verdad de que tu tía ya no estará.

Porque aunque no lo quiera admitir, mi tía no va estar ahí para darme un abrazo y esos diez euros como siempre hacía. Pero lo peor no es que se muera, sino de la forma en que lo hace. Porque ya lleva casi un año luchando contra el cáncer, se ha cebado mucho contra ella. Porque además de tener una anorexia galopante,   ha perdido la cabeza, ya no sabe lo que dice. Por eso es mejor no saber nada y pensar que tu tía va estar ahí toda la vida, que siempre tendrá una hermosa sonrisa con la que saludarte, ese tono dulce con el que hablarte y ese maravilloso abrazo que te hace cerrar los ojos para despedirse. Porque esa tía ya no volverá.

Yo solamente digo, Bendita ignorancia que nos hace felices.